“Pensioners’ Flat Tax” en Italia: marco normativo y ventajas para los pensionistas extranjeros

En los últimos años, Italia ha introducido una serie de medidas destinadas a atraer nuevos residentes del extranjero, algunas de ellas dirigidas específicamente a los jubilados. Entre estas iniciativas destaca el régimen fiscal preferencial denominado “Pensioners’ Flat Tax”, pensado para quienes reciben una pensión de un organismo extranjero y deciden trasladarse a Italia, estableciéndose en áreas específicas del país. Se trata de una oportunidad fiscal relevante que combina simplicidad administrativa y una tributación reducida sobre los ingresos de fuente extranjera, con el objetivo paralelo de promover el desarrollo económico de las zonas menos pobladas o afectadas por dificultades estructurales.

Fundamento normativo: desde su introducción hasta la normativa actual

El régimen preferencial fue introducido por la Ley n.º 145/2018 (Ley de Presupuestos 2019) y posteriormente perfeccionado por el llamado “Decreto Crecimiento”. En la actualidad, la medida está regulada por el artículo 24-ter del Texto Único del Impuesto sobre la Renta (TUIR), que establece los requisitos, el procedimiento de aplicación y la duración. El legislador buscó crear un mecanismo sencillo pero eficaz, capaz de convertir a Italia en un destino competitivo dentro del panorama internacional del “turismo de jubilación”.

Quién puede acceder al régimen: requisitos esenciales

El régimen está dirigido a personas físicas jubiladas que perciben una pensión de un organismo extranjero, ya sea público o privado. Para adherirse, el interesado no debe haber sido residente fiscal en Italia durante los cinco años anteriores al traslado.
La bonificación también está vinculada al lugar de residencia: el pensionista debe fijar su residencia en un municipio del sur de Italia —es decir, en regiones como Apulia, Campania, Basilicata, Calabria, Sicilia o Cerdeña— o en una zona del centro afectada por terremotos, siempre que el municipio tenga menos de 20.000 habitantes. Este requisito territorial es parte integral de la lógica del régimen, que pretende apoyar áreas frecuentemente afectadas por la despoblación y la escasa actividad económica.

La ventaja fiscal: imposición reducida y estabilidad a largo plazo

Una vez cumplidas las condiciones, el pensionista puede beneficiarse de un impuesto sustitutivo del 7% sobre todos los ingresos generados en el extranjero. Esto se aplica no solo a la pensión, sino también a dividendos, intereses, rentas inmobiliarias u otros ingresos de fuente extranjera, que se gravan de manera fija y no según los tipos progresivos aplicados normalmente a los residentes italianos.

Además de la simplicidad del cálculo, el régimen ofrece un horizonte temporal favorable: tiene una duración de nueve ejercicios fiscales y durante todo este período no existe la obligación de declarar activos mantenidos en el extranjero ni de pagar impuestos patrimoniales como IVIE e IVAFE. El impuesto debe abonarse en un único pago anual dentro de los plazos ordinarios previstos para el impuesto sobre la renta.

Otro elemento de flexibilidad es su compatibilidad con cualquier pensión italiana: recibir una pensión nacional no excluye del régimen, que sigue aplicándose a los ingresos de fuente extranjera.

Cómo ejercer la opción por la “Pensioners’ Flat Tax” del 7%

Para acceder al régimen no es necesario presentar una solicitud previa. La opción se ejerce directamente en la declaración de la renta correspondiente al primer año de residencia fiscal en Italia. Esta elección es vinculante para dicho año, pero puede revocarse en el futuro si el contribuyente decide dejar de utilizar el régimen. Al mismo tiempo, se debe indicar la última jurisdicción extranjera de residencia, información útil para las autoridades fiscales italianas en el marco de la cooperación internacional.

Una medida con impacto económico dirigido

La “Pensioners’ Flat Tax” no es solo un incentivo fiscal: es una herramienta estratégica diseñada para estimular la actividad económica en áreas a menudo marginadas. La llegada de jubilados extranjeros genera nueva demanda de servicios, inversión inmobiliaria y actividad comercial, contribuyendo a revitalizar territorios que han sufrido una disminución de población y actividad productiva en las últimas décadas. Por tanto, es una medida que, aunque diseñada para favorecer al contribuyente, genera beneficios más amplios para las comunidades locales.

Por qué elegir Italia como nuevo lugar de residencia

El régimen especial del 7% convierte a Italia en un destino atractivo para los jubilados que buscan calidad de vida, estabilidad fiscal y una tributación clara y predecible sobre sus ingresos extranjeros. La combinación de normas favorables y el atractivo del territorio —paisajes, cultura y un coste de vida a menudo más bajo que en otros países europeos— crea un entorno ideal para quienes desean disfrutar su jubilación en un lugar acogedor y bien regulado.

Los ciudadanos extracomunitarios que estén considerando trasladarse a Italia para beneficiarse de la “Pensioners’ Flat Tax” deben tener en cuenta que, para establecer la residencia, necesitarán un visado nacional de larga duración y un permiso de residencia (una opción especialmente interesante para jubilados es el visado y permiso de residencia por motivos de residencia electiva). Asimismo, deben asegurarse de cumplir plenamente los requisitos personales para gestionar correctamente el acceso al régimen. Con una planificación adecuada, la “Pensioners’ Flat Tax” puede representar una elección fiscalmente eficiente y, al mismo tiempo, un nuevo comienzo en una de las regiones más hermosas del Mediterráneo.

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