Viajar por Europa es el sueño de muchos, y gracias al Acuerdo de Schengen, es posible desplazarse libremente entre numerosos países sin controles fronterizos internos. Sin embargo, esta libertad no significa que se pueda permanecer indefinidamente. Existe una regla fundamental que todo viajero debe conocer: la regla de los 90 días dentro de un período de 180 días. En este artículo explicamos en qué consiste esta norma, cómo calcular los días de estancia y cuáles son las consecuencias en caso de incumplimiento.
¿Qué es el Espacio Schengen?
El Espacio Schengen está compuesto por 29 países europeos, de los cuales 25 son miembros de la Unión Europea y 4 pertenecen a la Asociación Europea de Libre Comercio (Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza). Estos países han eliminado los controles fronterizos entre ellos, lo que permite la libre circulación de personas. Esto significa que, una vez se entra en uno de estos países, se puede viajar entre los demás como si fuera un único territorio.
¿En qué consiste la regla de los 90/180 días?
Los ciudadanos de muchos países no pertenecientes a la UE pueden entrar al Espacio Schengen sin visado para estancias de corta duración. Sin embargo, existe un límite máximo de permanencia: se puede permanecer hasta 90 días dentro de cualquier período de 180 días.
Esta norma se aplica tanto a quienes visitan un solo país Schengen como a quienes viajan entre varios. Lo importante es no superar un total de 90 días de presencia dentro de los 180 días anteriores a la fecha actual.
¿Cómo se calculan los días?
El cálculo no es tan simple como dividir el año en dos mitades. Se trata de un sistema “móvil” o “rotativo”:
Por ejemplo: si se entra el 1 de julio, hay que contar 180 días hacia atrás (desde el 3 de enero) y verificar cuántos días se ha permanecido ya en el Espacio Schengen. Si ya se han usado los 90 días, no se podrá entrar legalmente.
Estancias consecutivas vs. estancias fraccionadas
Los días de estancia no tienen que ser consecutivos. Se puede entrar y salir varias veces, siempre que la suma total de días dentro del período de 180 días no supere los 90.
Por ejemplo, es posible:
El sistema es flexible, pero hay que respetarlo rigurosamente.
¿Qué ocurre si se supera el límite?
Superar los 90 días permitidos puede tener consecuencias graves, como:
Cada país del área puede aplicar sanciones distintas, pero todos hacen cumplir la norma con firmeza.
Herramientas para llevar el control
Para evitar errores de cálculo, la Comisión Europea ofrece un calculador oficial en línea, disponible en el siguiente enlace. Al introducir las fechas de entrada y salida, esta herramienta permite verificar cuántos días ya se han utilizado y cuántos quedan disponibles.
¿Y si quiero quedarme más tiempo?
Quienes deseen permanecer más de 90 días deben solicitar un visado nacional y, posteriormente, un permiso de residencia en el país específico donde desean quedarse más tiempo. Este tipo de visado no forma parte del régimen de corta estancia Schengen y debe solicitarse directamente ante las autoridades consulares del país en cuestión.
Conclusión
Viajar por el Espacio Schengen es una oportunidad extraordinaria, pero es fundamental respetar las reglas. La norma de los 90 días cada 180 puede parecer complicada, pero con buena planificación y el uso de las herramientas adecuadas, es fácil de gestionar. Ignorarla puede acarrear problemas legales y poner en riesgo futuros viajes a Europa. Por eso, informarse y planificar con anticipación siempre es la mejor decisión.
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El contenido de este artículo tiene como finalidad ofrecer indicaciones generales sobre el tema. Para dudas o casos específicos, se recomienda solicitar asesoría especializada en función de tu situación particular.